No nacemos sabiendo cómo ser padres, ni cuál es la mejor manera de educar a un hijo. Y como todo proyecto importante en la vida, no conviene improvisar.
Nuestro cuerpo y nuestra sexualidad es algo muy positivo, que mucho tiene que ver con una buena autoestima. Hoy sabemos que la experiencia íntima y emocional que supone el aprendizaje afectivo y sexual es básica y primordial para establecer vínculos saludables.
¿Cómo lo conseguiremos?
Se hace necesario hablar de sexualidad desde la primera infancia, con la misma naturalidad que hablamos de los demás aspectos de la vida. Aclarar conceptos, perder el miedo y la vergüenza, quitar mitos y falsas creencias son algunas de las cuestiones a matizar si queremos ser respetuosos, adecuándonos a cada una de las etapas(infantil, puber y adolescente) por la que pasan nuestros hijos. Es importante llevar a cabo esta resposabilidad para no dejarlo en manos de otros.